Historia Cheste: La repoblación
La entrada en el siglo XVI nos abre las puertas de la etapa moderna. El enlace del monarca de Aragón Fernando II, con la princesa castellana Isabel, concebido como una simple unión dinástica, tendrá a la larga unos efectos de enorme trascendencia.
Un aspecto fundamental del periodo será, sin duda, la presión sobre los musulmanes chestanos, todavía mayoría de la población, que tras las órdenes diocesanas de bautismos forzados y conversiones impuestas serán denominados moriscos o cristianos nuevos.
La renovada Inquisición permitió desatar una feroz persecución contra todas las formas de oposición y su encarnizamiento resultó claramente destacado en el caso valenciano.
El progresivo aniquilamiento de los no cristianos respondía al programa de autoritarismo y centralización del matrimonio real y fue incrementado por sus sucesores, la dinastía de Austria.
La presión, que se había hecho patente en épocas anteriores y aumentó hasta provocar las expulsiones de 1492 (castellanos de religión hebrea) y de 1609 (aragoneses y valencianos de religión islámica).
El principio del siglo XVI presenta además un nuevo y grave conflicto interno: la sublevación popular de las Germanías (1519-1523)
La expulsión de los moriscos favoreció una segunda repoblación. Así, en el año 1611, Cheste fue repoblada con familias de Aragón y de Castilla. Lo que dio pie al barón, Cristóbal Mercader, para imponer una nueva carta puebla. Ésta fue la fuente de la tensa situación que se vivió durante gran parte del siglo XVII y que enfrentó al señor, Luis Mercader, con los vasallos, durante más de 80 años.
La presión sobre los musulmanes chestanos, todavía mayoría de la población, que tras las órdenes diocesanas de bautismos forzados y conversiones impuestas serán denominados moriscos o cristianos nuevos.